El miedo y la vergüenza se deslizaron en mi corazón. ¿Y si ya no quería salir conmigo una vez que supiera de mi pasado? Habían pasado años desde que me había enganchado con diferentes tipos, pero todavía estaba preocupada de que mi novio no me perdonara.
A veces, puede ser difícil empezar a tener citas cuando tú o tu pareja tienen un pasado sexualmente roto. He estado allí. Temía lo que mi novio pensaría cuando le contara los errores que cometí. La buena noticia es que si sales con un cristiano piadoso, te amará y te perdonará sin importar lo que haya pasado en tu pasado. En este post responderé a las siguientes preguntas: cuándo compartir tu pasado, cuánto compartir y si debes perdonar a tu pareja.
Mi esperanza es que sientas paz y confianza sobre cuándo y cómo hablar de tu pasado con tu pareja y que sepas que Dios te ama y te perdona.
¿Cuándo debo compartir mi pasado y cuánto debo compartir?
Recuerdo claramente el día sentado frente a un chico que me gustó en nuestra primera cita. Compartió sobre la escuela. Compartí sobre la escuela. Compartió sobre sus hobbies. Compartí sobre mis hobbies. Y luego compartió su pasado. Todo. Me habló de cada chica con la que se acostó y de cada error que cometió. Estaba abrumado. Compartir toda esa información conmigo en la primera cita no era su mejor plan.
Después de que él compartió su pasado conmigo, entonces esperaba que yo compartiera mi pasado con él. Me sentí incómodo y presionado. No necesitaba saber sobre su pasado tan pronto en nuestra relación.
Quería conocer al hombre en que se había convertido, no al hombre que fue en el pasado.
Cuando empieces a salir con alguien nuevo, no compartas todos tus secretos y bagajes en tu primera cita. Conoce a la persona que está frente a ti y comparte lentamente tu equipaje con el tiempo.
En vez de ser demasiado honesto demasiado rápido, ve a las aventuras con tus amigos, haz viajes de día y noches de cine. Pasar tiempo juntos te permitirá conocerlo.
Si profundizas demasiado y demasiado rápido y luego terminas sin salir con nadie, te sentirás expuesto, perdido y aún más herido. El objetivo de todo esto es proteger tu corazón. Mi prometido y yo esperamos unos meses de noviazgo antes de compartir algunas partes difíciles de nuestro pasado. Esto nos dio tiempo para poder confiar el uno en el otro y crear una base en nuestra relación.
Cuando decidas empezar a hablar de tu pasado, no es necesario que compartas todos los detalles. Compartir detalles específicos sobre situaciones sexuales concretas no ayuda. Apégate a la historia general y no a los pequeños detalles. No te castigues por el pasado, recuerda que has seguido adelante, has crecido y has sido perdonado por Dios.
¿Debo perdonar y olvidar el pasado de mi pareja?
Si su pareja es un seguidor de Jesús, Dios ya lo ha perdonado por su pasado. Recuerda que Dios ya te ha perdonado. Tal vez tu ruptura no sea un pecado sexual, pero sigues siendo un humano roto. Así, cuando eres capaz de perdonar a tu pareja por sus pecados, le estás mostrando el Evangelio.
En su relación, ambos tendrán que perdonarse una y otra vez. Perdonar a tu pareja por un pasado sexual roto es un gran lugar para comenzar una vida de perdón.
Una advertencia - cuando una persona tiene un pasado de pecado sexual, se hace aún más importante luchar por la pureza en su relación. Huye de la injusticia y persigue la justicia, la piedad, la fe, el amor, la resistencia y la mansedumbre. Haz lo que sea necesario para luchar por la pureza. Perdona a tu pareja, pero también ten cuidado de no romper las líneas fronterizas físicas con tu pareja mientras estás saliendo con ella.
Amigos, no importa lo que usted o su pareja hayan hecho o hayan pasado en el pasado, sepan que Dios los ama, que Dios los restaura, que Dios los hace nuevos, y que Dios les da un nuevo comienzo. Aprovecha la oportunidad de tener citas con gente nueva en Match. Quítense la presión de ambos y esperen a compartir su pasado hasta que se conozcan.
Disfruta de las citas!
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Joy es una recién graduada de la universidad que experimentó el amor de Jesús en su primer año de universidad y entregó su vida a él. A menudo escribe un blog sobre citas cristianas, satisfacción en la soltería y libertad de abuso sexual. Ahora está en el Seminario Teológico de Dallas completando su maestría en el Ministerio de Mujeres.